Fecha 16 del torneo Clausura y Central Córdoba recibió en el mítico Gabino Sosa al Club Social Cultural y Deportivo Muñiz. Ambos equipos con la necesidad de sumar de a 3 para conservar vivas sus intenciones de llegar a la punta. Con campañas similares, El Rayo Rojo llegó a Rosario con un punto menos que el Charrúa aunque venía de 5 fechas sin conseguir triunfos.
Tanto la dupla técnica Teglia Acoglanis cómo el muy avezado Insaurralde plantearon un partido pensando más en el ataque que en la defensa y así nos brindaron un verdadero partidazo que tuvo todo lo que se puede esperar de este amado deporte. El encuentro se inició con la intención recíproca de imponer el toque y el buen juego desde la media cancha para llegar al área rival con pelota dominada y mucha gente involucrada al ataque. Daba la impresión de sacar una leve ventaja el local, más cuando a los 4 minutos se produce la mejor jugada que logrará hilvanar El Charrúa en toda la tarde. Toma la pelota Senra desde su posición de marcador lateral izquierdo, cruza el medio a toda velocidad, y toca para Vranjican en ¾ que de espaldas al arco aguanta bien el balón y juega hacia Mustachi quien de primera saca una cortada para Serna que no había parado de correr, el rubio defensor llega al fondo saca un centro al corazón del área chica y Príncipe mete el frentazo y cuando todos ya gritaban el gol vuela espectacularmente el arquero Di Biasi y logra manotearla al córner. Pero con el correr de los minutos es la visita quien se va asentando en su juego merced a 3 jugadores que demostraron una gran habilidad, entendimiento e inteligencia, Villafañe, Ponce y especialmente Gutiérrez que se convertiría en el mejor jugador del partido, más la colaboración de la velocidad de Picca y la fuerza de Luján arriba.
Son momentos de desorientación para los Azules de Tablada que cambia el toque por pelotazo y no encontraba el rumbo. Por su parte la gente del Rayo comienza a llegar al área rosarina con mucha gente involucrada en ataque y traslado al ras del balón, son varias las situaciones en qué sólo le faltó el toque final para convertir y eso llegaría en el minuto 27 cuando una jugada que comienza por la derecha del ataque con pases cortos hasta la izquierda, Gutiérrez que la toca con calidad en cortada para Picca que define ante la desesperada salida de Colombo para poner el 1-0 parcial. A nadie sorprendió ya que fue como ver caer del árbol una fruta madura. Central Córdoba siente el golpe pero comprende que ante la supremacía en el juego coordinado de Muñiz deberá poner ese “algo más” sobre el césped del Gabino y lo pone. De a poco la marea azul parece ir acorralando al rojo, pero en el mejor momento Charrúa cuando parecía llegar el empate y a los 49 minutos sale una perfecta contra de Muñiz que culminará en un golazo de Villafañe que a la carrera a 10 metros de llegar al área saca un disparo furibundo que se clava en el ángulo dejando sin defensa a Colombo. Saca el Charrúa del medio y el árbitro Rodrigo Villalba, de muy buena actuación, termina el primer tiempo. Parecía que se venía la noche.
El resultado de la primer etapa era justo pero exagerado en las cifras y Central Córdoba sale al segundo tiempo con el cuchillo entre los dientes y antes del minuto logra un córner desde la derecha, centro al área, varios rebotes, pifia Madero en su intento de rematar al arco pero le queda a Gómez, que con toque de primera pone el 2-1 mucho más de acuerdo con la realidad del partido. De aquí en más Muñiz no se refugia atrás, sigue apostando a su buen pie mientras que El Charrúa ya asumió que lo suyo pasa por pelear al partido metro a metro y con esa tenacidad llega al empate en otra jugada enredada con mucha más pierna fuerte que toque y El Aristócrata del Gol pelea una pelota en el fondo saca un tiro envenenado al primer palo que descoloca a Di Biasi.
Pareciera que los muchachos rosarinos van a tener su tarde épica dando vuelta un resultado tan adverso, pero Muñiz sigue empecinado en el toque y va a conseguir convertir otro gol de jerarquía cuando luego de muchos pases le queda a Ponce en el borde del área, levanta la cabeza y saca un tiro a colocar con tanta jerarquía y justeza que hace estéril el vuelo de Colombo. A partir del 3-2 no es que Córdoba baje los brazos ni mucho menos, pero nada puede hacer ante el buen fútbol desplegado por el Rayo y fueron más las oportunidades de ampliar el marcador que de empatar.
Nobleza obliga decir que Muñiz tuvo una tarde excelente, con un fútbol que merecería un mejor lugar en la tabla de posiciones, si es que siempre juega así. Hay que felicitar al técnico Insaurralde que en todo momento se negó a renunciar al toque y siempre apostó a esa idea. También hay que resaltar que es un equipo formado por gente muy joven, el más “veterano” es su arquero que tiene 25 años y los demás de 24 para abajo. El promedio de edad que presentó en el Gabino fue de 23,30 contra los 29,11 del Charrúa.
Ahora me queda explicar el título que elegí para la presente nota:
Lo de “paradojas del fútbol” hace referencia a que ya es casi un hecho consumado que Central Córdoba se despidió de la posibilidad de ser campeón del Apertura, quedamos muy lejos en la tabla y tenemos asegurado la pérdida de otros 3 puntos porque nos falta cumplir con la fecha libre y lo paradójico es que lo hizo en un partidazo en el que fue “víctima” de una gran actuación de Muñiz reflejada en 3 goles de alta calidad mientras los 2 del Charrúa fueron fruto de la garra y la actitud de pelear sin importar el estar siendo superado. Los árboles nobles mueren de pie.
Lo de “el precio de los caprichos” vienen de un primer análisis más allá de lo ocurrido en esta última fecha y hace referencia a que situaciones caprichosas, tanto de la dirigencia (haber roto con Bauza, haber dejado ir a jugadores necesarios trayendo otros que no los suplieron adecuadamente, haber priorizado la Copa Santa Fe, que no nos interesa ya que lo que realmente nos interesa es ascender y salir de esta última categoría del fútbol argentino), como de la dupla técnica (insistir con jugadores que no dieron el nivel esperado, haber prácticamente ignorado a valores surgidos de las divisiones inferiores, negarse a aprovechar los 5 cambios), como en menor medida de algunos jugadores (en situaciones puntuales prefirieron intentar su gol en una posición improbable en vez de asistir a un compañero mucho mejor ubicados), todos caprichos que tuvieron su coste en una montaña de puntos que hoy deberían posicionarnos al tope de la tabla.
Qué nos queda? Tratar de seguir sumando para terminar en la mejor posición posible de la General, rogar que pierdan todos los que están arriba o el milagro de que el Santito que Suda por la Nuca se le ocurra agregar otro ascenso más.
El Agrio - Pablo Adrián Strafaccio |