Fecha 15 del torneo Clausura y Central Córdoba viaja a Villa Devoto, al estadio Enrique Sexto del Club Atlético General Lamadrid. Ambos equipos con deseos de triunfo, Lamadrid que ya se consagró ganador del Apertura y que pretende repetir en el Clausura para evitar una superfinal y Central Córdoba con la ilusión de encaramarse en el primer puesto y jugar ese encuentro definitorio del ascenso con su adversario de hoy.
El local conociendo perfectamente las diminutas dimensiones de su campo de juego no entretiene la pelota en el medio campo sino que busca el pelotazo desde los defensores, inclusive el arquero Acosta, hacia los dos de adelante. El Charrúa por su parte apuesta a jugar por abajo y llegar tocando con muchos jugadores en ataque. Este dispositivo táctico le salió bien al elenco rosarino ya que le permitió jugar su mejor primer tiempo en lo que va del torneo y tan solo la suerte esquiva impidió que se fuera a los vestuarios con uno o dos goles de ventaja.
A los 5 minutos Central Córdoba tiene su primera jugada de riesgo, Madero toma el balón en medio campo y se manda en base de gambeta en diagonal al área local, ya dentro de ella frena y ensaya un disparo al palo cambiado que Acosta logra sacar con un manotazo cuando se le colaba dentro del arco. Al minuto 11 centro que Acosta falla en la salida y Alex Fernández no logra cabecear con dirección, la pelota le cae al arquero que con buena visión mete un zapatazo al pique por derecha de Ian Lynch que culmina con un tiro rasante y la pelota cruza toda el área chica sin que lleguen, por muy poco, dos hombres de Lamadrid. A los 14 Marín toma la pelota en media cancha y mete una de esas corridas supersónicas a las que nos tiene acostumbrados, deja a todos atrás y cuando le sale Acosta la pelota se le adelanta un poco lo que lo obliga a arrojarse y puntearla sobre el arquero yéndose el balón por sobre el travesaño. Al minuto 26 llega una jugada doblemente milagrosa para el local, de un saque lateral a favor del Charrúa, una serie de toques de primera que pone a Mustachi dentro del área por el sector derecho, ensaya una lujosa gambeta y cuando parecía que la pelota se le iba por la raya final logra meter un centro que Marín impacta con fuerza y cuando parecía gol el arquero se arroja bien cubre con su cuerpo logrando que el balón rebote en él se eleve y Alex Fernández mete un cabezazo que rebota en el travesaño, despeja Canosa hasta mitad de cancha, Bogino que la vuelve a meter al área, la baja de pecho Príncipe le queda nuevamente a Alex y su disparo explota contra el palo derecho de un ya vencido Acosta, cuando la suerte no quiere, no quiere.
Termina la primera etapa y la sensación es que tan sólo es cuestión de tiempo para que Central Córdoba consolide su superioridad en la red. Esto es advertido por los hinchas presentes, por los que seguían la transmisión por internet, por los jugadores, por los técnicos y lamentablemente por el impresentable árbitro Alejandro Porticella que decide tomar cartas en el asunto y construye lo que motiva el título de novela policial que encabeza la presente nota, porque a las puertas de la Cárcel de Villa Devoto consumará un vergonzante robo.
Comienza el segundo tiempo, pelotazo al área de Central Córdoba chocan al borde de la misma por el sector derecho de la defensa rosarina Bogino contra Apa y a los 40 segundos de juego Porticella hace el único pique, porque ya no está ni en condiciones físicas, de todo el partido, apresurado para marcar un penal inexistente. Apa que exige derecho de autor y pone el 1-0.
Córdoba trata de reponerse, ingresa Torres por Mustachi, domina todo el campo de juego, pero en un terreno de dimensiones tan pequeñas, con un Lamadrid que acumula jugadores de buen porte en defensa y un árbitro con la visión de José Feliciano, todo se hacía muy difícil. Igual el partido se juega en campo del local, son muchas las intervenciones del arquero y los rechazos con largos pelotazos de los defensas. Llega el minuto 31 y otra buena circulación del balón culmina en un disparo de Príncipe que deja sin chances a Acosta pero la pelota rebota en el palo derecho, y van tres. Con el correr de los minutos el Charrúa va cayendo en la desesperación, confunde rapidez con apuro y ya no hay claridad en la finalización de las jugadas. Para colmo ingresa Juan Puppi un mediocampista que si juega siempre así no se entiende no sea titular. Logra sobre el final emparejar Lamadrid, con Córdoba ya jugado a todo o nada, el local tendrá su oportunidad de ampliar mediante un disparo que rebota en el palo derecho. Y para alegría de Porticella, termina el partido.
Quedamos ahora en una posición muy difícil, a 10 puntos del puntero y con un lote apretado atrás que nos incluye pero todavía tenemos que quedar libres cuando los de arriba ya pasaron por eso, así que vamos a perder tres puntos más. La próxima fecha es de local contra Muñiz, luego visitamos a Mercedes, resulta vital ganar esos dos partidos porque inmediatamente después tenemos la fecha libre. Hay que seguir luchando, hoy el CC perdió porque fue robado pero jugó bien contra rival y cancha muy difícil y árbitro imposible, igual sigue en alza su producción futbolística.
El Agrio - Pablo Adrián Strafaccio |