Fecha 10 del torneo Clausura y Central Córdoba recibió en el mítico Gabino Sosa a uno de los encumbrados en la tabla de posiciones, la Asociación Deportiva Berazategui. Para este enfrentamiento El Charrúa presentó un solo cambio con respecto a la fecha anterior, el ingreso de Ramírez por el expulsado Boggino.
Inicio del partido y de inmediato ambos equipos demostraron la necesidad imperiosa de sumar de a 3. Decididos a ganar el medio campo y jugar en función de ataque descuidando un poco la faz defensiva. Lo que resultó en un encuentro emotivo, lejos de la tradicional monotonía y aburrimiento a que lamentablemente nos tiene acostumbrado ésta divisional.
El técnico del Naranjita, Marcelo Barrera, tenía bien en claro que la creación futbolística en El Charrúa nacía de los pies de Mustachi que juega libre detrás de los delanteros. No dispuso de una marca personal, debido a que El Gitano se mueve por todo el frente de ataque pero si estableció una fuerte marca posicional, cada vez que la pelota iba hacia el hábil rosarino eran 1 o 2 anaranjados que lo anticipaban o no le permitían darse vuelta. Esa función es cumplida por el lado de Berazategui por Nahuel Pombo, que hace 17 años que debutó en primera y salvo alguna temporada fugaz en otro equipo siempre vistió la camiseta naranja lo que es muy conocido por todo el ascenso, lo saben todos los clubes de la categoría, lo sabe el auxiliar del canchero del Deportivo Paraguayo, pero inexplicablemente parece no saberlo la dupla técnica Teglia y Acoglanis ya que no dispusieron ningún tipo de marcación sobre su persona, pese a ser un jugador que además suele marcarle goles o hacer pases gol cada vez que juega contra el CC. Por lo tanto este domingo se cansó de recibir el balón con comodidad, con tiempo y espacio para pararlo, levantar la cabeza y elegir lo mejor que podía hacer sin que lo importunara ningún jugador local, lo que le permitió tirar gran cantidad de centros o entregas importantes para sus delanteros.
Decíamos que el partido había comenzado a toda marcha, fueron 15 minutos en que cada avance parecía que terminaría en gol. A los 3 minutos una gran jugada individual de Senra que sale de la zona defensiva a plena gambeta, la alarga para Mustachi volcado como wing por izquierda, centro rasante, ingresan para el gol Príncipe y Vranjican pero se cruza en el último segundo Zárate logrando rechazar. Al minuto siguiente responde Bera con fuerte remate del escurridizo Gustavo Fernández desde el borde del área que parecía colarse en el ángulo formado por el césped y el palo derecho de Colombo, pero el arquero del CC se arroja cuan largo es y logra enviarla al córner de un manotazo. Al minuto 6 trepada por derecha de Duré su centro es desviado por un defensor, el balón le cae a Marín que amaga cerrarse pero hace un autopase por la línea lateral izquierda, llega al fondo y envía un precioso centro rasante al corazón del área chica y Vranjican, que se lo vio al menos mucho más participativo que en encuentros anteriores, se adelanta a su marcador arrojándose con los pies hacia adelante y a 2 metros de la línea de gol logra impactar el balón, cuando todo el Gabino se paraba para festejar el tanto el experimentado arquero Matías Lescano se arroja y de forma espectacular logra que el balón impacte en su cuerpo, no se le quiere dar al 9 charrúa, el rebote le queda a Mustachi que bajo los 3 palos no logra darle bien el balón y se va desviado.
Al minuto 15 tras un hermoso pase en cortada puesto por Pombo desde la comodidad de su libertad, ingresa Giménez, Colombo que sale bien a atorarlo, el delantero intenta una emboquillada que se va apenas sobre el travesaño. Minuto 21 y nuevamente Pombo sin marca alguna mete otra excelente cortada esta vez para el ingreso de Flores que ante la salida desesperada de Colombo ensaya con gran habilidad la gambeta larga hacia su izquierda, elude al arquero y su disparo no logra desviarlo, pese a gran esfuerzo, Ramírez en la línea, estableciendo así el 1 a 0 para la visita.
Desde éste minuto vivirá el equipo y la afición rosarina una verdadera pesadilla en el que el CC no reacciona y cada ataque de Bera parece gol. Se sigue floreando Pombo como enganche sin que nadie dentro de la cancha ni de la Dupla advierta que es el hombre a marcar. Son por lo menos 7 las situaciones que gracias a las salvadas de Colombo, las que se van rozando alguno de los 3 palos, la mala puntería y la Diosa Fortuna hacen que no llegue el segundo gol de la visita.
Un estimado amigo que presenciaba el partido me escribe al minuto 42 “merecemos ir perdiendo 10 a cero”, ni bien llegado el mensaje se produce el milagro. Segundos antes del minuto 43 tiro libre desde la izquierda del ataque rosarino cerca de la línea demarcatoria de media cancha, ejecuta Marín con centro que es rechazado hacia el lateral derecho por el NBA Molina, pero Killer que había subido a cabecear se esfuerza, llega al balón, le sale un defensor, la tira larga para sí mismo por el lateral, antes de que salga tira un centro bombeado al otro palo, Vranjican que al momento de cabecear se da cuenta que está en posición muy sesgada decide bajarla al área chica y Príncipe que recupera su olfato goleador llegando antes que los delanteros para establecer el empate. Termina el primer tiempo y los jugadores visitantes se retiran seguramente recordando aquella vieja ley del fútbol “los goles que erras en el arco contrario los lloras en el tuyo”.
El segundo tiempo se inicia como el primero, ambos al ataque con situaciones de gol, las más importantes son al minuto 10 cuando de un córner a favor de Berazategui sale el contraataque del CC, Marín que se escapa a toda velocidad por derecha, envía un centro que es conectado de cabeza por Príncipe y cuando Lescano estaba ya vencido la suerte quiso que rebotara en Zárate que ni cuenta se dio. Luego al minuto 26 otra vez el jamás marcado Pombo que mete un pase rasante y cruzado al área chica charrúa y Salomone llega apareado por su compañero Durante, entre los dos parecen molestarse y terminan por no impactar una pelota que con soplarla era gol.
Llega el minuto 42 que parece ser el número nefasto para El Naranja, córner desde la derecha del ataque rosarino y Bera que comete un error infantil, los jugadores charrúas se ubican en la línea del área grande, los de Berazategui que se pegan a ellos en marca personal pero increíblemente dejan un hombre parado en el primer palo, por lo tanto no hay orsay posible, lo advierte el recién ingresado Flores y ejecuta un centro rápido, el recién ingresado Fernández que entra a la carrera, salta más que Lescano y pone el 2-1. Bera intenta reaccionar, pero Pombo ya no tiene piernas, la defensa charrúa se muestra implacable y final del partido con victoria épica.
Mucho me gustaría decir que éste ha sido un partido bisagra, que aquí nace un Central Córdoba que se encamina a campeonar el Clausura y así pelear al ascenso en una final contra Lamadrid, ganador del Apertura, pero los que tienen la paciencia, buena voluntad y valentía de seguir mis críticas deben estar cansados de esa demostración de buena fe que no se concreta nunca. Reiteradas veces he caído en la tentación de levantar esa bandera, incluso lo hice en la fecha 8 cuando vencimos a otro equipo encumbrado J.J.Urquiza, pero en la fecha 9 perdimos contra el muy humilde Yupanqui, penúltimo en la tabla, también lo dije antes del empate agónico contra el último, el Deportivo Paraguayo y otras tantas veces. Por eso la presente crítica titula con la triple CCC, porque somos el Central Córdoba Ciclotímico. Por si alguien no sabe y por hacerlo fácil les digo que el ciclotímico es aquel que en un momento está con el ánimo por el piso, al momento siguiente lo tiene por las nubes y al siguiente nuevamente en el piso. En la próxima fecha jugamos contra Sportivo Barracas que ganó 2, empató 2 y perdió 4 y no digo más nada.
En qué posición quedamos en la tabla después de este triunfo? La respuesta recién la tendremos cuando el miércoles a la tarde se complete la fecha ya que casi toda ella fue suspendida por lluvia. En cuanto al futuro de Central Córdoba y su situación dirigencial, vamos a dejar eso para un futura, breve y pronta nota. Por ahora disfrutemos el hoy, que buena falta nos hace.
El Agrio - Pablo Adrián Strafaccio
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