Fecha 5 del torneo Clausura y Central Córdoba cruza la ciudad del Monumento para llegar al Olaeta, la casa de su clásico rival, Argentino. El estadio estuvo repleto, la cifra oficial señala 1500 salaitos y 500 charrúas, extraoficial se barajan otros guarismos, unos 2200 locales y 800 visitantes. Las dos parcialidades desplegaron todo su colorido pero por esas extrañas decisiones de vaya uno a saber de quien, los jugadores de Argentino lucieron una camiseta celeste oscura o azul clara, según cómo se mire y los de Central Córdoba una blanca con una delgada cinta azul y roja cruzando el pecho, parecía que hubiese habido un intercambio de camisetas pre partido. En cuanto al campo de juego se lo noto algo pesado y un poquitín raleado, pero en general podemos decir que bien. Todo el partido fue una fiesta, mucho más linda en las gradas que en lo que ocurría en el césped.
Los rivales llegaron a éste encuentro con una realidad futbolística extremadamente similar, ubicados en mitad de tabla y habiendo quedado fuera de la Copa Santa Fe, por lo que se enfrentaban con la necesidad imperiosa de ganar. Por el lado del local se los veía muy contentos por haberse recuperado de sus molestias Vega y al mismo tiempo debían digerir la noticia de que posiblemente haya sido éste su partido despedida ya que al parecer ya está todo acordado para que se sume a las filas del Deportivo Riestra. Por el lado de la visita la vuelta de Príncipe a la titularidad en lugar de Alexandro Fernández, además resultó claro que Teglia y Acoglanis comprendieron que sería una historia de dientes apretados, de mucha marca y lucha en el medio campo y resolvieron el ingreso de Gonzalo Gómez por Simón Sierra.
Comienzo del partido y se cumple lo pronosticado, fiesta y colorido en las tribunas, marca y lucha en el césped. Ninguno logró prevalecer sobre el otro y casi no hubo situaciones de gol, hasta el minuto 29 en que Marín, que terminaría siendo el mejor jugador de la tarde, toma la pelota sobre la raya izquierda del ataque charrúa, desaíra a un rival amagando irse por la punta pero enganchando hacia el medio, hace una veloz diagonal con la pelota en los pies y pisando el área grande saca un fuertísimo remate contra el primer palo, el arquero Fernández que se arroja a ras del piso y la pelota le rebota en el pecho abriéndose paralela a la línea final, llega Vranjicán que envía un excelente centro bombeado para el ingreso por el otro palo y en total soledad de Príncipe que con el arquero vencido no logra cabecear bien, le da con la punta de la testa y se le va afuera cuando en la cancha y en la República de la Sexta y en Saladillo y en Tablada y allá por el Tiro Suizo ya se gritaba el gol de Central Córdoba. A todos nos quedó la sensación de que si no entró esa no entra ninguna, pero dos minutos después el porfiado Marín que mete gambeta hacia adelante dejando a dos rivales en el camino y cuando le sale el tercero remata con fuerza, el balón pega en la pierna del defensor y toma un extraño efecto banana que se levanta y cae a espaldas del arquero salaito que nada puede hacer y con esa dosis de fortuna el Charrúa se pone al frente en el marcador. Argentino trata de reaccionar pero todos sus intentos mueren en la muralla defensiva rival, hasta el minuto 40 de un lateral desde la izquierda toma la pelota Vega, la pica magistralmente por sobre la cabeza de la línea de 4 para el ingreso de Molina, se cruza a tiempo Boggino pero en el apuro por despejar fuerte pifia y el balón que vuelve a tomar un extraño efecto hacia el arco, parece que el empate llega casi por el mismo azar que el gol del Matador, pero es el minuto Colombo del partido que con rápidos reflejos logra retroceder, elevarse y tomar el balón. Y se termina la primera etapa.
En el entretiempo La Dupla recurre a una variante casi obligada, saca a GG que tenía amarilla y estaba pronto a irse a las duchas temprano e ingresa a SS. Pronto vemos lo que ya es habitual postura Charrúa cuando va ganando, todos abajo e intentar alguna contra, pero Príncipe no está todavía en su plena forma como para picar todo el partido luego de su larga lesión y Vranjican definitivamente no es un delantero de contraataque. A los 15 minutos se acentúa la postura conservadora, entra Lalo Pérez por Duré, menos proyección y más marca y un cambio que nos sorprendió a propios y extraños, Ramírez por Mustachi, ya no había lugar ni para disimular. Comienzan a llover centros al área Charrúa, muchas veces por faltas innecesarias en el mediocampo, pero con una cancha de dimensiones tan pequeñas los centros llegan hasta desde el campo rival. Central Córdoba tiene una sola contra a favor, al minuto 21 Lalo que alarga un centro para Marín que la peina y Vranjican que no logra cabecear bien y la caprichosa se va junto al palo más alejado. A los 24 llega la única jugada de peligro que logra arrimar Argentino que no sea de centro, encara el defensor Fernández y cruza un zapatazo al rastrón que Colombo logra atrapar en gran estirada. A los 29 continúan los cambios defensivos charrúas, sale Madero para que ingrese Jerkovic y siguen lloviendo los centros al área del CC y tanto va el cántaro a la fuente… que llega el minuto 36 y merced a una falta en el costado derecho del medio campo viene el centro ejecutado por Vega, sale demasiado apurado Colombo, cabecea Arduino, parece que el balón se va al saque de meta pero llega Zapata y logra cabecear contra un primer palo desprotegido consumando así la igualdad. La Dupla ve escapar 2 puntos que tenía asegurado y se acuerda que los equipos también deben atacar y al minuto 38, ingresan a Flores por Senra adelantando al equipo en función de ataque para intentar volver a marcar y casi lo logran a los 40 minutos cuando un nuevo centro de Marín es cabeceado por Príncipe y la pelota se va lamiendo el palo derecho del Salaito. Ante esto Fagiani decide bajar el telón y lo que queda de tiempo más el alargue fue una seguidilla de jugadores locales acostándose en el césped ante cada roce, entendiendo que el empate era su negocio.
Termina el partido y se los ve fastidiados a los jugadores de Central Córdoba y muy felices abrazándose los de Argentino y tuve que volver a hacer una vista panorámica del estadio para ver si me encontraba en el Olaeta o en el Gabino. Es que la alegría de los salaítos se basó solamente en el desarrollo del juego, yo pienso que no fue para tanto, es más el empate me resulta objetivamente justo, un tiempo para cada uno, un gol bastante azaroso para cada uno, sin que hubiese decisión arbitral que perjudicara determinante a ninguno, muy buena tarea de Ignacio Cuicchi dirigiendo con sobriedad un partido muy chivo y un empate que desde lo numérico sirve de muy poco. Central Córdoba quedó décimo tercero en la tabla y Argentino décimo cuarto y si se dan algunos resultados en contra entre domingo y lunes pueden caer más hondo aún.
Que el Charrúa piense que los partidos no se cierran de manera ultra defensiva, que cada vez que mi equipo maneja la pelota son minutos que no la maneja el rival y menos nos puede atacar y que también marca un cierre definitivo el convertir goles en el otro arco.
Chau, me voy un poco caliente.
El Agrio - Pablo Adrián Strafaccio
Foto Cortesía de Charrúa Soy |
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