Fecha 3 del torneo Clausura y Central Córdoba viaja al estadio Ricardo Puga de la localidad de Las Malvinas en el partido de General Rodríguez, Buenos Aires, casa del Club Atlético Atlas.
Existe una frase antiquísima que pese a decirse en solfa uno termina por tomarla muy en serio, rindiendo la razón frente a circunstancias desconcertantes y es la siguiente:
Yo no creo en las brujas, pero que las hay… las hay.
Me resulta imposible no recordarla con estupor frente a la evidencia de paternidad deportiva que tiene el joven y humilde equipo de Atlas que comenzó a disputar la D en 1964 cuando se la llamaba Primera de Aficionados y ascendió a la C en 2020, contra la añeja, con un historial cargado de gloria, institución rosarina de Central Córdoba. Pero en tan sólo 4 años de verse las caras se han enfrentado en 8 ocasiones, con 1 empate, 1 triunfo del Charrúa y 6 triunfos del Marrón del Oeste, pero además con una superioridad en goles que asombra, Atlas marcó 16 y Central Córdoba 6. Y no caben excusas porque nos ganan siempre, de local, de visitante, en cancha pesada, en cancha ligera, con lluvia, con sol, con viento sin viento, tan sólo falta que un día nieve y nos ganen. Por eso hace ya más de un año que cada vez que hablo de Atlas los menciono como Pater Nostro.
En cuanto al partido de hoy la dupla técnica Teglia Acoglanis trató, como es su costumbre, repetir el mismo equipo de la fecha anterior, pero se encontró con que Mustachi parece haberse resentido de una molestia y por eso fue al banco de suplentes pasando Alexandro Fernández a la titularidad más la salida obligada de Sierra por acumulación de amarillas para lo que dispuso el ingreso de G. Gómez en su lugar. El esquema planteado fue un 4 4 1 1, con Colombo al arco, Duré Killer Boggino y Senra en defensa, Gómez y Madero en el doble 5 con Flores abierto en derecha y Marín en izquierda, delante de ellos Fernández como media punta y Vranjican de 9.
El encuentro arrancó con un Charrúa que se adueño de la pelota y de entrada presionaba a la defensa local, tal es así que a los 3 minutos luego de una serie de toques le queda el balón picando al borde del área a Marín y su fuerte disparo es bien embolsado por el seguro Santiago Sánchez. Al minuto se escapa en velocidad y gambeta Gutiérrez por izquierda, entra al área y desde un ángulo muy difícil saca un disparo cruzado que Colombo no puede alcanzar con su manotazo y pone el 1-0 para Atlas. Sigue a esto alrededor de 25 minutos en que el CC se adueña del campo y la pelota pero no logra situaciones de gol, ya que todos los centros que llegaban de ambas puntas eran rechazados por ese formidable tiempista que se llama Nicolás Pardo o el ya mencionado arquero Sánchez que cada vez que abandonaba los tres palos era para saltar y atenazar la pelota con gran seguridad.
Pasado ese lapso el partido se niveló, pero siempre mostrándose más peligroso el equipo rosarino. En el segundo tiempo la tónica fue la misma. Más dominador el Charrúa pero el Marrón respondiendo con veloces contra ataques, lo que permitió el lucimiento de ambo arqueros, pero siempre dio más la sensación de que Córdoba lograría el empate a que Atlas marque el segundo, más cuando las más claras las tuvo en el tiempo de descuento. Al minuto 49, centro de Marín, cabezazo bien cruzado por Boggino y vuelo espectacular de Sánchez para evitar el empate y al minuto 51 centro de Flores, Killer de espaldas al arco la baja para Senra que venía de frente y su disparo se va lamiendo el travesaño. Fue lo último y paternidad registrada.
Hoy estamos igual que en el inicio del Apertura, 4 puntos sobre 9 posibles y por suerte la gran cantidad de empates que se dan en la categoría hace que todavía ninguno se nos haya escapado tanto en la punta. Pero este equipo tiene cosas que revisar o sufriremos una nueva frustración. Tenemos a Vranjican, que da destellos de ser un jugador de otra categoría, pero no es un 9 para solamente ir por las puntas y tirarle centros, no es un ropero cabeceador, es un jugador muy técnico y por lo tanto necesita dialogar con alguien en la corta, pero no se le acerca nadie, Flores que es zurdo y juega por derecha, toma la pelota bien contra la raya lateral y busca cerrarse, pero se pasa de rosca, llega hasta el otro lateral corriendo en paralelo a la línea del medio campo, tiene que ser en algún momento más vertical, ir hacia la posición de Vranjican, buscar un pase en cortada o buscar tirar una pared, pero no, termina lejos y pretende solucionarlo con un centro. Marín que es derecho y juega por izquierda trata de suplir la ausencia de Príncipe abriéndose bien de wing y ni Alexandro Fernández ni Mustachi han podido hasta ahora conectarse con asiduidad con el 9, así se hace muy difícil conseguir un gol tras una buena combinación.
Otro problema es que tengo la sensación que Central Córdoba se ha quedado con un plantel muy reducido y que hasta ahora los que llegaron no demostraron ser mejores que los que se fueron, así que más que reforzarse se ha debilitado. Tenemos un solo nueve de área y un delantero por afuera, que además está lesionado, sigo sin entender el haber devuelto a su club a Piccinini. Además La Dupla no parece tener confianza en los delanteros surgidos de nuestras inferiores, no le dan minutos a Flores, Barbosa o Fava con lo cual la plantilla se achica aún más y llegamos a decisiones extremas como las de hoy que perdiendo 1 a 0 y teniendo la posibilidad de hacer 5 cambios no se haya hecho ni uno sólo, los 11 que empezaron son los mismos 11 que terminaron.
El crédito sigue abierto, pero con mucho esfuerzo y tremenda buena voluntad.
El Agrio - Pablo Adrián Strafaccio |