Fecha 24 del torneo de la C, y Central Córdoba recibe en el mítico Gabino Sosa al Club Deportivo y Mutual Leandro Nicéforo Alem. El Charrúa tercero en la tabla sostenido por una cuasi milagrosa posibilidad matemática para ser el Campeón del Apertura. El Lechero decimoséptimo con el único incentivo de cerrar lo mejor posible la presente etapa.
La Dupla, Teglia Acoglanis, decide reinsertar en el medio campo a Atardo, luego de cumplir la suspensión y los ingresos de Lalo Pérez por Duré y el chico Agustín Martínez, por Mustachi quiénes se reponen de unas pequeñas molestias y se los está reservando. Se inicia el partido, ambos con esquema similar, 4-4-2, decididos a pelear el dominio de la pelota en el medio campo. Si bien el juego se desarrolla bajo una cierta paridad, se ve que el local es más peligro y vertical. Es que Central Córdoba con la salida del gitano pierde ese control que él otorga normalmente pero gana en velocidad. Son los momentos en que ha de destacarse Atardo, no sólo por su llegada a posición de gol sino porque se lo vio muy justo en pelotazos cruzados para los delanteros. A los 3 minutos cambia el frente de ataque con un largo pase a Fernández y mientras Alexandro se manda como wing izquierdo, Atardo cierra su línea al borde del área grande, allí lo encuentra el centro al rastrón y su disparo se va cerca de los palos. A los 12 se produce una jugada casi calcada pero en esta ocasión entre Atardo y Martínez, desgraciadamente luego de patear al arco Atardo empuja con las dos manos al defensor y se vuelve a ganar una amonestación innecesaria e inocente. A los 18 lateral para CC en campo visitante, se encarga Senra, juega para Martínez, gambetea hacia la media cancha y pone el pase filtrado para Fernández, que recibe de espaldas al arco, gira sobre su eje desairando al defensor y éste le cruza la pierna desde atrás cuando ya enfrentaba al experimentado arquero Grieger, penal, lo ejecuta el propio Fernández y con carácter pone el 1-0. Parece todo servido para que Central Córdoba tenga una tarde feliz, todo abierto para que aumente el tanteador ya que era evidente que la defensa de Alem no podía parar los ataques rosarinos. Pero no… no sería así.
Van a disculparme pero este texto va a sufrir un cambio del estilo crónica policial “de aquí en más los hechos se precipitan”, y es que no tendría sentido el que les detalle la enorme cantidad de jugadas que desperdició el Charrúa desde el gol al final del primer tiempo y cuando digo enorme quiero decir ENORME. Siempre un toque de más o uno de menos, siempre definiendo mal jugadas muy claras y lo peor, los excesos de individualismos en dónde una vez más será protagonista Atardo, incluso con algunas canchereadas, ese jugar sobrado, ese sobreintento de caños y taquitos cuando el resultado es tan ajustado. Termina el primer tiempo y se lo veía ofuscado Teglia, en su mente rodaba el viejo adagio “los goles que erras en el arco de enfrente, los llorarás en el propio”.
Comienzo del segundo y todo siguió igual, ya se erraban goles tipo bloopers, el peor fue uno en que superado el arquero rival y con todo el arco a su disposición dos jugadores charrúas se chocaron por intentar tocarla al gol y la tiraron afuera. A medida que pasaban los minutos los muchachos de Retamar iban ganando confianza con el balón, si total éstos la tiran todas afuera se decían e intentaban atacar pero no podían superar la línea de fondo charrúa, pero se atrevían cada vez más. Por su parte el CC cada vez tenía menos posibilidades de gol, pero no por eso las canchereadas disminuían, Atardo llegó a meter un taco en defensa que le quedó a un hombre de Alem que por suerte disparó fuera de los 3 palos. Se hizo claro el enojo de Boggino que le reclamaba que deje de hacer eso y vaya a cerrar el partido. Pero el volante desperdició cada pelota que agarró en excesos individuales y no entiendo, o si entiendo, por qué Teglia no lo cambió. Todo siguió igual hasta que en el minuto 95 y siendo la última jugada del partido Alem logra meter un centro cruzado al área de Central Córdoba y la pelota rebota en tres jugadores locales sin que ninguno la rechace, le queda a Maldonado, empata el partido, van al saque en el medio campo, la pelota da una vuelta sobre su eje y el árbitro Flores, alternó malas con buenas pero sin incidir en el resultado, termina el partido. Tal vez el equipo esté un poco cansado de tanto estrés que significaron las últimas 12 fechas y no hablo sólo de lo físico y por ello no tuvo la cabeza de otros partidos, de ser así hay que aprovechar la última fecha para darles un descansito y rodaje a muchos pibes que esperan oportunidad. Quién se salva de esta crítica? Colombo, Lalo Pérez, Killer, Boggino, Sierra, Príncipe que mostraron una entrega y un profesionalismo mayor que él resto.
No queda más que pensar en el Clausura, para el cual ya se consiguieron dos refuerzos, Flores y Marín. Al parecer Lechner se va y es casi un hecho que también lo haga Atardo, a quién le deseo la mejor de las suertes, que madure en el entendimiento que una cosa es jugar a la pelota y otra muy distinta al fútbol profesional. Para ser sincero, terminó por exasperarme y por lo hecho en la última parte del torneo, cuando más lo necesitábamos, de verdad, mucho no lo he de extrañar.
El Agrio - Pablo Adrián Strafaccio |