Fecha 21 del Campeonato de Primera C y Central Córdoba de Rosario, con la imperiosa necesidad de sumar de a 3, recibe la visita del tan modesto cómo digno Club Atlético Lugano.
Comienzo del partido y El Charrúa es un tornado desatado en campo del Luganero, con dominio del balón, toques cortos muy precisos y voracidad ofensiva. Al minuto de juego se inicia una larga jugada que finalizará en la apertura del marcador para el local. Salida prolija desde los pies de Gaustado para Mozzi y el equipo abanica el balón de izquierda a derecha y viceversa buscando el momento del desequilibro, la tocan todos los defensores hasta que Mozzi profundiza para Messi en ¾ de cancha, el del ilustre apellido toca para Sierra que alarga a la derecha para Ramírez, toque de primera para Duré que se había corrido al medio, el 4 mete gambeta y velocidad para eludir a dos defensores, se ubica en su posición y cuando parece que va a encarar por afuera mete diagonal y encara al área, cuando le salen los dos centrales toca al extremo derecho para Marín que tira un centro hermoso para la cabeza de Vranjican que no llega y el arquero Gatas mete un zarpazo sacando la pelota del área chica, le cae a Senra que cambia de frente para Ramírez que se manda como wing, desparrama a un defensor y llega a línea de fondo, toca hacia atrás pero Fassi llega con lo justo a rechazar de puntín, le queda a Marín y el rebote en el mismo defensor se va al córner. Lo ejecuta Marín y Gonzalo Gómez cómo ya es su costumbre entra cual locomotora, mete frentazo que a Gatas logra rebotar el arquero y GG llega antes que todos y con un bombazo mete el 1-0.
Si me excedí en la descripción fue porque se trató de dos minutos maravillosos y mi pecho se lleno de alegría al pensamiento de volvimos y somos millones, pero poco duró ya que a los 8 minutos un yerro increíble de Yaszczuk, pelota en la línea de fondo de la defensa charrúa, sólo de soledad absoluta podía elegir entre mandarla al corner, sacarla al lateral o rechazarla largo al campo del Naranja, la pisa, se da vuelta y se la regala a Ruiz que ingresa al área y mete sablazo cruzado que deja sin chance a Gastaudo y consigue el empate. De allí en más todo se derrumbó. Central Córdoba volvió a ser el mismo equipo enredado, atolondrado, sin ideas claras que en los últimos partidos, lo que permitió que los de Lugano se agrandaran, empezaran a tener el balón y gracias a un par de intervenciones acertadas de Gastaudo no nos retiramos perdiendo el primer tiempo.
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El segundo tiempo El Charrúa fue un cúmulo de buena voluntad, de hidalguía, pero parecía más un equipo complicado por sí mismo que por su rival. No se jugó bien y hay que sumar algo que nos viene ocurriendo hace un tiempo, la Diosa Fortuna nos abandonó, porque pese a lo mal que se jugó dos veces el palo nos negó el segundo gol. Terminó el partido con mucha amargura en los corazones rosarinos. De los últimos 6 puntos, importantísimos en este recta final, regalamos 4 por fallas casi increíbles y en una fecha cuyos resultados nos fueron favorables ya que tan sólo logró triunfar Berazategui, mientras que los pelean por ganar la zona empataron todos, incluso Ituzaingó, el único que no jugó para el CC fue el CC. El sábado próximo enfrentamos a Puerto Nuevo y luego quedamos libres, así que de no ganar nos tendremos que concentrar en cambiar el chip para el reducido ya que nos quedarían tan sólo 3 partidos por jugar.
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Creo que quien más trabajo tiene por delante es la psicóloga, porque este plantel si bien no renuncia a la actitud se muestra muy disperso, fallas en la última línea de defensa inentendibles, ausencia de un 9 goleador, si bien en eso mucho tuvo que ver el armado del plantel y díganme ustedes si recuerdan algún equipo que haya salido campeón en cualquier categoría sin un centro-delantero con gol. También algunas decisiones de la Dupla Técnica han afectado al equipo, cómo la resistencia a hacer cambios y el haber sacado al mejor arquero de la primer rueda para reemplazarlo por un chico para mí con futuro de muy buen guardameta pero que todavía le falta horno. Dejé para lo último el tema de las expulsiones innecesarias, cómo por ejemplo la de Di Vanni por una falta violenta en medio campo pero por sobre todo la quinta amarilla de Marín porque la misma se veía venir. En mi nota anterior dije textualmente “Así se ganó la amarilla Marín que debe entender que lo necesitamos dentro de la cancha y no fuera por faltas fuertes en mitad de cancha.”
Me he despertado de aquel maravilloso sueño y la realidad no es de mi agrado.
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| Autor: |
Redacción de TodosUnoTV |
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