Hay derrotas que dejan marcas, que enseñan y te dan la posibilidad de corregír y hay otras derrotas que literalmente te derrumban. Eso le está pasando a Los Andes, quien volvió a perder con uno de los últimos de la tabla y ve como esa chance de pensar en el reducido se escapa de las manos y empieza a mirar la zona tan temida del descenso.
La derrota de la fecha pasada con Arsenal dejó secuelas y dejó en evidencia que algo se rompió, entre el técnico y sus dirigidos. Ciertos reproches quedaron a la vista de todos y se sabe que el ciclo Lemos está en su peor momento.
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Por eso lo importante para Los Andes era volver con algo en sus bolsillos a la peligrosa visita a Güemes en Santiago del Estero. Peligrosa no por enfrentar a un rival de fuste, aceitado y con ansias de ascender, sino peligrosa por enfrentar a uno de los últimos de la tabla y en caso (como sucedió) de volver con las manos vacías, la sensación de luchar abajo diría presente una vez mas en la vida de Los Andes.
Para este partido, Lemos dispuso de dos variantes: El ingreso de Francisco Marco por el suspendido Leizza ( 2 fechas por su expulsión ante Arsenal) y el ingreso de Enzo Díaz por Tomás Rambert. De esta manera, Guillermo Pereira se ubicó en la zona izquierda del campo y contó con los dos tanques arriba: Mauricio Asenjo y Enzo Díaz.
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Los Andes intentó tomar la iniciativa del partido ante un endeble equipo local, Güemes tiene un nivel muy pobre y así lo refleja la tabla de posiciones.
Pero el Milrayitas no sabe aprovechar los atisbos de buen juego que, si bien son lapsos cortos y discontinuos, los tiene, es por momentos superior a sus rivales pero no pega en el momento que tiene que pegar y como si fuera boxeo y no fútbol, el rival se da cuenta de eso y le pega una mano directa al mentón de la cual el equipo de Lemos no sabe ni puede recuperarse.
Y la muestra clara de esto es el primer gol del partido, cuando Los Andes no supo rechazar una pelota de su área y luego de una serie de rebotes la pelota le quedó a Thobias Arevalo, quien con un remate rasante que pasó entre mil piernas Milrayitas, no encontró defensa alguna en Franco Rivasseau, quien luego de la macana de la fecha pasada mostró un mar de dudas y así Güemes, a los 38 se puso arriba.
Cabe destacar que en el gol de Güemes eran seis jugadores y el arquero que estaban dentro del área, tratando de sacar la pelota. Eso demuestra lo bajo que se plantó Los Andes en el campo de juego y también que el arquero no tiene voz de mando y no se ganó la confianza de sus compañeros.
Intentó Lemos en el segundo tiempo con variantes, cambiarle la cara a un equipo carente de ideas, tanto en lo colectivo como en lo individual.
Tuvo dos chances claras el equipo de Lemos para empatar el partido: Primero con un centro de Guillermo Pereira que encontró sólo y mas que sólo a Francisco Marco, quien insólitamente dentro del área chica y sin marca, se llevó la pelota de arremetida y le erró al arco.
Luego otro centro, esta vez de Bellone,que fue enviado con excesiva fuerza y Enzo Díaz metió la cabeza pero la pelota se fue a 30 cms del palo derecho del arquero Acosta.
Y cuando el reloj marcaba los 45 minutos de la etapa final, llegó una jugada aislada que llenaba de felicidad al Milrayitas: Gerzel realizó rápido un lateral por la izquierda enviando la pelota para Asenjo, el nueve de media vuelta intentó enviar el centro y la pelota, luego de rebotar en el defensor Monserrat, hizo una parabola extraña y se terminó metiendo en el arco de Acosta, desatando así, toda la euforia de Los Andes.
Pero (siempre hay un pero para el milrayitas) Los Andes no es un equipo inteligente, por lo menos en estas últimas fechas, no es convincente a la hora de defender lo suyo y en una jugada de mil rebotes, el local se terminó quedando con todo: Primero, un remate desde la casa de Arevalo, encontró adelantado al inseguro Rivasseau y la pelota dió en el travesaño... y ahí es cuando uno habla de la tibieza para defender lo suyo, Los Andes es un equipo inmaduro a la hora de conservar y aguantar y lo pagó caro una vez mas, luego de un centro desde la izquierda por una falta tonta, la pelota le quedó sólo (si, sólo a un hombre de Güemes en el minuto 94) Rivasseau tapó en primera instancia, no la pudieron sacar y luego que un remate desde el punto del penal pegué en el palo y nadie esté atento al rebote, la pelota le quedó a Tomas Federico quien con un bombazo al ángulo selló la victoria para el Gaucho y trasladó toda la desazón para el Milrayitas.
Va a ser una semana dura, sólo le da una pequeña luz de paz la derrota de Alvarado y de esta manera Los Andes está a 5 puntos del descenso. Pero lo mas preocupante es la actitud y tener la sensación que algo se rompió, que el ciclo Lemos ya tiene marcado su final. Esperemos que si hay que dar ese paso, no sea demasiado tarde y Los Andes no tenga que sufrir hasta el final de la temporada para poder conservar lo que tantó le costó, que fue volver a la segunda categoría.
LEO RECART
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| Autor: |
leo recart |
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