Fecha 8 del torneo de Primera C y Central Córdoba viaja hasta Tapiales al estadio José María Moraños para jugar contra el Club Atlético Lugano. Partido que enfrentaba dos invictos, el que ostenta El Charrúa en el torneo y el que ostentaba El Luganero como local.
En mis últimas notas he destacado la impronta ferroviaria de nuestra institución y el Moraños es un pequeño estadio con un césped muy bien conservado, abrazado por trenes estacionados a su vera y que se puedan advertir tanto desde la tribuna como desde el campo de juego y allí el Tren Azul de Rosario se sintió a sus anchas siendo un claro dominador del juego de principio a fin.
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En esta ocasión la dupla técnica Teglia-Acoglianis se vió forzada a romper su sana costumbre de repetir el once inicial de siempre. La expulsión de Duré en el partido anterior decidió el ingreso de Valentín Rovetto a la saga central corriendo a Yaszczuk de 4, puesto que no le es para nada desconocido. Además debió iniciar como titular Di Vanni ya que Vranjican sufrió durante la semana de placas en la garganta y alguna línea de fiebre que no le permitió siquiera viajar, mientras Duré sin ningún tipo de obligación acompaño al equipo en la cruzada demostrando una vez más el compromiso que éste maravilloso grupo humano tiene con la institución. Hay que resaltar que los ingresados cumplieron con creces, Di Vanni con toda su experiencia fue fundamental y Rovetto con apenas 21 años juega cómo un marcador central avezado demostrando que no es titular sólo porque en ese puesto el CC tiene talento de sobra.
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Antes de los 2´de juego ya tuvo El Charrúa la primera jugada de riesgo a su favor. Córner desde la derecha y nuevamente una jugada preparada entre Messi y Ramírez pone al entrerriano en posición de disparar al arco desde el borde del área pero el arquero Nazareno Gatas de gran porte y alcance de brazos logra salvar la caída del arco con una estirada fenomenal. Contando ésta habrá 3 remates parecidos del Charrúa que Gatas logra rechazar de igual manera convirtiéndose en una de las figuras del partido. Tiene una muy clara Lugano cuando luego de varios rebotes la pelota le queda al experimentado Noriega y ante la salida de Colombo toca con clase por el costado izquierdo del arquero pero la pelota da en el travesaño y Rovetto logra rechazar. Será ésta la única llegada clara del Naranja en todo el partido. A los 22´ saca desde su área un medido pelotazo Colombo para Di Vanni que bajando unos metros la aguanta de espaldas al arco y toca para Messi que alarga muy bien para la subida de Senra, El Colo llega al fondo y toca a Ramírez que desde el borde del área le cambia el palo al arquero con un tiro inatajable y pone el 1-0. De allí en más Lugano trata de ganar el mediocampo con mucha lucha y alguna que otra pierna mal intencionada pero el Charrúa no afloja y cada minuto que pasa acrecienta la sensación que la visita está mucho más cerca de agrandar la diferencia que el local de empatar y así se va el primer tiempo.
Se inicia el segundo tiempo y nada cambia, Central Córdoba maneja los hilos y los tiempos. A los 25´ Lugano trata de salir jugando desde su área pero los delanteros rosarinos aprietan y la pelota termina en poder de Di Vanni que en la línea de fondo engancha hacia adentro y es tocado por Fassi, penal, pide derecho de autor Il Comendatore y pone el 2-0. Parecía llegar la calma definitiva pero tan sólo 2 minutos después un córner favorable a Lugano, centro, borbollón de jugadores y los defensores charrúas que no logran rechazar, la pelota le queda en el área chica a Peralta que pone el 2-1. La ilusión de reacción termina cuando a los 35´ una contra supersónica de Marín por derecha lo lleva desde campo propio hasta el área rival, mete freno y con su pierna menos hábil, la izquierda, pone el balón muy lejos de Gatas y es el 3-1 final. Quiero hacer mención a un hecho que me resultó emocionante, se produjo a poco de terminar el debut en el equipo de Valentín Detzel, delantero chileno del que me han hablado muy bien y que en el poco tiempo que hoy estuvo en cancha mostró cosas interesantes. Al terminar el encuentro el pibe cayó de bruces al suelo llorando por la emoción de haber llegado a jugar en primera.
Voy a cerrar la nota con la misma frase que en las dos anteriores, porque ya es una cábala. Si esto es un sueño, que no me despierten nunca. |
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| Autor: |
Redacción de TodosUnoTV |
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