Fecha 06 del torneo de la C, y Central Córdoba viaja al Carlos Barraza en Pilar para verse las caras con un devaluado Real Pilar que aún no pudo ganar. Un duelo de necesitados.
El DT rosarino, Pavoni, mete mano en la formación luego de la derrota como local en el Clásico Chico. Ante la lesión de Mustachi ingresa Ale Fernández, vuelve Madero va al banco Atardo, se decide por un solo 5, Sierra y lo malo es que insiste con la línea de 3 ingresando a Ramírez.
Quienes tienen la paciencia y el valor de seguir mis desvalidos análisis futbolísticos ya conocen de sobra cuál es mi postura frente a la estrategia de la línea de 3 que en mi criterio trae más problemas que soluciones. Pero lo cortés no quita lo valiente y debo de reconocer que en este partido le funcionó bien, claro que en contra de un equipo que no parece tener nada que ver con su historia reciente y viéndolo uno comprende el por qué aún no sumó ni un solo triunfo.
Al minuto y medio de juego el CC tuvo su primer gran oportunidad, mala salida con los pies del experimentado arquero Figueroa que se la deja a solas y de frente al arco a Ale Fernández y este recorre algunos metros y cuando el arquero intenta el achique pretende convertir de emboquillada y el balón se le va lejos. A los 7 minutos se escapa Príncipe por izquierda, centro atrás que se pasan todos, la recupera Piccinini sobre la línea, toca para Fernández de cara al arco y su remate es salvado por Figueroa. 2 muy claras antes de los 10 minutos.
El Charrúa dominaba en todo el terreno, atrás la solides de Lechner, Bogino y sobre todo del pibe de las inferiores Ramírez, terminó siendo una de las figuras de la tarde, tenían apresado e inoperante al grandote Rodríguez, mientras que las puntas estaban selladas por Senra y Duré que le ganaban todas las pelotas a los puntas Mendoza y Paiva, éste último jugando por la izquierda con pierna cambiada para aprovechar su buen disparo de media y larga distancia. Así la tarde parecía muy tranquila para el muy seguro Colombo. En el medio Sierra que es un 5 con menos marca que Gómez pero mejor traslado y distribución del esférico, se las arreglaba para recuperar y jugar hacia Madero y Fernández, más como medias puntas que cómo mediocampistas y adelante los piques incesantes de esos infatigables corredores que son Piccinini y Príncipe.
Por el lado del Monarca la jerarquía de su 5, Ocampo y el despliegue de su mejor valor, Chambi compensaba en algo la superioridad del Matador de Tablada pero no les alcanzaba para inquietar a Colombo. Todo esto ante la mirada absorta de un Torres que está en la cuerda floja como DT y desde la platea se notaba el rostro ensombrecido del gran Beto Acosta que se desempeña como Coordinador General del Fútbol en el Real Pilar.
Llegamos al minuto 39 y Piccinini pelea y recupera una pelota al borde del área local, toca atrás para Madero y éste abre a la izquierda para el ingreso de Príncipe quién a estas alturas era una verdadera pesadilla para la defensa local y el tiro cruzado del Picante pasa debajo del cuerpo de Figueroa y se convierte en el 0-1 a favor del Charrúa, merecido premio para un jugador que en todos los partidos deja el alma.
Se termina el primer tiempo con la sensación de que Central Córdoba lo podría haber cerrado con por lo menos un gol más. Esa sensación se agudiza al inicio del segundo tiempo porque al minuto se escapa a toda velocidad Piccinini como puntero derecho, va dejando contrarios en el camino, se cierra y cuando sale Figueroa intenta un disparo cruzado que se va lamiendo el palo opuesto, se podría decir que hizo todo bien de no ser porque Príncipe estaba sin marca alguna en el medio del área chica y de haber tocado atrás era el segundo gol. Pero no sería todo, al minuto 3 salva Figueroa la caída de su arco enviando al córner un disparo de Madero, se ejecuta el mismo desde la derecha y Ramírez mete un frentazo que el arquero apenas logra rasguñar pero alcanza para que el balón, caprichoso, pegue en el travesaño y el local se salve de milagro.
A los 11 ingresa Killer por Bogino que hacía rato daba muestras de alguna dolencia y Atardo por Fernández que había alternado buenas con malas.
A los 13, Piccinini que vuelve a pelear y recuperar un balón cerca del área rival, abre para Madero en la izquierda, el Pato que mete cintura e ingresa al área gambeteando a dos, su disparo pega en un defensor, la recupera de volea y su remate casi quiebra el palo derecho de un Figueroa que ya se daba por vencido.
A los 24 minutos se produce una extraña jugada, cuando el balón estaba en otro lado se lo ve a Sierra tirado en el piso, fruto de un golpe dado por Ocampo, los jugadores se amontonan, los visitantes pidiendo la roja, los locales argumentando que primero había sido Sierra quien golpeó a Ocampo y el árbitro Villalba hace la Gran Salomón y amonesta a los dos cobrando faul a favor de Real Pilar, el propio Ocampo ejecuta la falta enviando un centro que Rodríguez logra peinar con mucho esfuerzo y tiene la suerte de que el balón le caiga de casualidad a Otermin dentro del área y su violento derechazo se mete en el ángulo de un indefenso Colombo.
Cómo ante Argentino y otros tantos partidos, El Charrúa se queda lamentando la cantidad de oportunidades desperdiciadas tanto por mala suerte como por impericia.
Luego del empate un final de infarto porque los dos querían ganar y se convirtió en un ida y vuelta en el que cualquiera podía acertar y llevarse los 3 puntos, incluso hay un disparo cruzado del recién ingresado Brian Martín que cruza todo el arco y termina pegando en el palo derecho de Colombo. Telón
Final para un partido en que el resultado termina siendo justo aunque Central Córdoba lo tuvo muchas veces para cerrarlo pero no lo logró.
Cosas a destacar en el local, primero su campo de juego, impecable, un billar pese a que soportó una intensa lluvia hasta poco antes del comienzo del partido y que volvió por 15 minutos al inicio del segundo tiempo, mis felicitaciones para los responsables. Merito de los muchachos de Real Pilar al no darse por vencido ni aún vencido.
En cuanto a Central Córdoba se hace más complejo. Este equipo se está armando bien, cuenta con un gran compromiso de todo el plantel con el proyecto y la camiseta. Se nota que los chicos tienen muchas ganas y lo dejan todo, pese a que su esfuerzo no se ve reflejado en la red adversaria. Párrafo para Príncipe y Piccinini que van a todas, pero tienen el arco cerrado, ya se les va a dar. También a destacar el debut como titular de Ramírez, el pibe estuvo a la altura de las circunstancias. Por otro lado, pese a mi disgusto por la línea de 3, Central Córdoba viene jugando como hacía muchos años no lo hacía. Con buen futbol, velocidad y en los 6 partidos que jugó, tal vez con la excepción del encuentro con Defensores de Cambaceres, siempre fue el que dominó al rival, le falta afinar la puntería final, posiblemente la ansiedad les esté jugando en contra a los muchachos, pero yo estaría más preocupado si el futbol no fluyera y no se crearan situaciones de gol como ocurría hasta hace muy poco. A Pavoni no hay mucho que reclamarle, él no tiene la culpa de los tiros en los palos y los penales a nuestro favor jamás sancionados y mucho menos que nos conviertan goles como el de Aguirre la semana pasada u Otermín hoy, totalmente fuera de la capacidad ofensiva que el rival mostraba. Sigo insistiendo que un equipo campeón no se forma de un día para otro, más cuando se trajeron casi 15 jugadores nuevos al club, la mayoría muy jóvenes y que no conocen la categoría de la C que es muy distinta a la de las ligas provinciales en dónde la mayoría de ellos se desempeñaban. Se está en el buen camino, no se nos ocurra cambiar de caballo en medio del río que así nos ha ido en otras oportunidades.
El Agrio - Pablo Adrián Strafaccio |
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