Octava fecha del torneo de la C, y el Charrúa recibe a Berazategui en el Gabino Sosa un miércoles a la tarde en pleno horario laboral, 16 hs, con 35 grados, 39 de térmica y 42 dentro de la cancha. Una vez más los cráneos de la AFA trabajando duramente para asesinar el futbol de ascenso, faltándole el respeto al público y a los jugadores.
En el horno rosarino se enfrentan dos equipos de pésima campaña, el Naranjita con siete puntos y un DT que asumió la semana pasada en curiosas circunstancias, Mariano Moramarco que dirigía a Excursionistas hasta que el Albiverde perdiera de local 0-3 con Berazategui en la fecha 4 y se decidiera su reemplazo por Juan Carlos Kopriva, lo curioso está en que en la fecha 7 Moramarco es contratado por Berazategui para reemplazar al renunciado Adrián Álvarez que lo dirigía en ese triunfo en el Bajo Belgrano, casos y cosas del balompié nacional. Por su lado el Azul de Tablada viene fecha tras fecha insinuando una mejoría que no se termina de plasmar nunca en el resultado.
Vizcarra presenta al cada vez más afirmado Villanueva en el arco, una línea de cuatro con Pérez Killer Boggino y Senra, delante de la misma Musso de cinco con Kaial a su derecha y Tolosa a la izquierda, Mustachi de enganche suelto por toda la cancha y en la delantera Ortiz por afuera y Di Vanni como centro delantero. Es el planteo táctico que más me agrada y que permite en un plantel corto como el nuestro tener en el banco de suplentes reservas como para cambiar alguna situación o al menos mantener el ritmo de juego.
Central Córdoba arrancó muy bien el partido, prolijo y seguro en la salida frente a un Bera muy replegado, circulando con velocidad en el medio y llegando por las puntas vía Ortiz y las subidas de Pérez y Senra, con un Mustachi preciso en los pases en profundidad y que tuvo para mí su mejor partido en este torneo. Arriba toda la peligrosidad de Di Vanni. Así el Charrúa hilvanaba jugada tras jugada en las que parecía que sólo era cuestión de tiempo para que convirtiera un gol. Tuvo oportunidades para anotar desde el primer minuto en dónde Ortiz se escapó por derecha tiró un centro rasante y Kaial que llega a toda marcha al área pero apareado por Jonathan Smith no logra darle de lleno y el balón se va pegado al palo derecho. Hubo varios cabezazos de Di Vanni que se fueron por poco, uno de Boggino que salvó el arquero Leguizamón que se convertiría en la figura del partido pero las más peligrosas fueron en el minuto 15 cambio de frente hermoso de Musso, escapa Tolosa por izquierda saca centro que se cierra y pega en el travesaño ante un sorprendido Leguizamón y la mejor, o peor de todas según como se mire, ocurre en el minuto 18 cuando un pase quirúrgico en cortada puesta por Mustachi para el pique de Di Vanni de izquierda a derecha, el nueve que llega bien, elude al arquero y con todo el arco a su disposición la tira afuera por el palo derecho, increíble, de esas que uno dice, en la repetición lo hace, pero no, no se hizo. Por el lado de Berazategui contabilizamos un centro Bryan Schmidt que se cierra de golpe reaccionando con un manotazo Villanueva y un disparo a los 32 minutos de Gonzalo Calabria desde afuera del área que parecía gol pero vuela el Dibu rosarino y la saca al córner, hay que mencionar a este arquero que parece tener un destino brillante y que suma a sus atajadas un excelente manejo del balón con los pies, siempre sale bien, ya sea en corto o en largo, siempre se la da a un compañero bien ubicado para la salida clara o la contra profunda. Termina el primer tiempo y Central Córdoba que se va a los vestuarios una vez más como en tantos partidos con la sensación de que debería ya llevar al menos un gol en su bolsillo pero no lo supo hacer.
El segundo tiempo no ofrece cambio alguno en el panorama. Mucho mejor el local, llegando y llegando a las barbas mismas de Leguizamón, el gol rosarino parece caer en cualquier momento y lo hace en el minuto 18 cuando en otra diagonal de Di Vanni le llega el pase le pega muy bien de primera y salva de manera impresionante Leguizamón, córner desde la derecha que ejecuta Mustachi y Lalo Pérez entra como una locomotora salta superando a todos y pone el tan merecido y esperado 1-0. ¿Qué ocurre luego del gol, acaso Central Córdoba se refugia atrás y pretende resistir los embates del adversario sin generar respuestas de contra?
Nada de eso, Vizcarra hace bien los cambios, diría que en tiempo y forma. A los 15 ingresa Bracco por Tolosa, que tuvo el despliegue de siempre pero no la precisión acostumbrada. A los 32 Príncipe por Ortiz y Echezarreta por Mustachi, pasando El Pitu a jugar de Gitano. A los 40 reemplaza a los dos marcadores de punta, Pérez y Senra agotadísimos de tanto subir y con algunas molestias para ingresar a Osella por derecha y el debut de Ramírez por izquierda.De esta manera Vizcarra renovó energía en el medio campo y mantuvo velocidad y potencia en la delantera por lo que los defensores de Berazategui no se podían mandar a la aventura del ataque sin desguarnecerse atrás. ¿Qué salió mal entonces?
Dejando de lado que la Diosa Fortuna nos sigue siendo esquiva ocurrió algo que venimos recalcando cada vez que Central Córdoba se pone en ventaja y que nos ha costado montañas de puntos porque nos igualan o nos dan vuelta el partido, incluso lo remarcamos enfáticamente en el partido contra Real Pilar en dónde obtuvimos el triunfo pero advertimos que de continuar con esta problemática se iban a suceder las frustraciones. Me estoy refiriendo a cantidad impresionante de contra ataques que desperdiciamos por oleadas, no son uno o dos aislados que tenemos y no aprovechamos, son muchísimos. No quiero analizarlos 1X1 por uno por no nombrar a ninguno de los muchachos, pero tengo que hacer la excepción de Di Vanni como el único que hace lo que tiene que hacer y que es víctima de las malas decisiones en el toque final por parte de sus compañeros que en ocasiones por ansiedad, por falta de criterio o lo que es peor, por capricho hacen todo lo contrario a lo que marca la jugada, patean al arco cuando tienen que tocarla atrás y cuando deben definir se demoran y hacen una de más.
Así fue como hoy volvimos a regalar puntos, luego de innumerables posibilidades dilapidadas se escapó Schmidt por derecha, centro rasante y Cristian García, quien fuera compañero de Di Vanni en Banfield, la cruza exacto al palo izquierdo y empata el partido en el único, si UNICO tiro al arco en todo el segundo tiempo de la visita.
Realmente nos resulta desmoralizante el momento que atravesamos, espero que este desasosiego no llegue al plantel ni invada el espíritu del Técnico, porque yo fui crítico de Vizcarra cuando me pareció que no estaba acertando en muchos matices, pero con la misma sinceridad debo decir que hoy su trabajo no tuvo fallas, además que con el correr de los partidos ha ido variando estrategias de forma positiva, abandonó la línea de tres que no funcionaba por la tradicional línea de cuatro, pasó de hacer jugar juntos a dos nueves que se chocaban a jugar con un nueve de área y un delantero por fuera, comprendió que debe preservar a Bracco para cuando se agote Mustachi, etc. Por lo tanto pongo mi esperanza que ahora trabaje durante la semana este tema de la definición especialmente de contra, y que los jugadores comprendan que de nada sirve el lucimiento personal sino se ve plasmado en el resultado final, más con la necesidad ya imperiosa de sumar puntos.
En lo inmediato tenemos nuestra propia Feria de las Colectividades ya que en la próxima fecha vamos de visitante del Deportivo Italiano y luego recibimos en el Gabino al Deportivo Español, ambos equipos en posición expectante en mitad de tabla.
No sé cómo mantenerla, pero sostengamos la Fe.
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