En la primera fecha del torneo el Charrúa jugó de visitante y ganó, al ascendido Liniers, lo que generó el espejismo de que el equipo se haría fuerte fuera del Gabino Sosa, pero hoy se cumplió la fecha 11 y de los 5 partidos siguientes que le tocó jugar en Buenos Aires empató 1, contra Laferrere y perdió 4, Atlas, Victoriano Arenas, Argentino de Merlo y General Lamadrid, 4 puntos sobre 18 posibles. Si a eso le sumamos que tampoco es un equipo demasiado fuerte en Rosario de 5 partidos se empataron 3 y se ganaron 2, 9 puntos sobre 15, entonces entenderemos porque ocupamos la posición 13 entre 19 participantes, y la ilusión de ascender es como una barca que parados desde la orilla la vemos alejarse lentamente hacia el ocaso.
Más allá de los fríos números lo preocupante es el funcionamiento del equipo, los altibajos constantes y el desconcierto que nace desde la dirección técnica y no se disimula en la cancha.
El partido de hoy en el estadio Enrique Sexto comenzó enredado y peleado en la mitad de una cancha de dimensiones mínimas en la que un rechazo fuerte de la defensa pone la pelota en el área contraria, cosa que los muchachos de Villa Devoto saben aprovechar muy bien. En ese contexto el Charrúa se mostraba más ordenado vía el manejo de Bautista Carrera y el juego por abajo que intentaban Sarco y Gaitán más la subida constante de Saucedo. Hubo ocasiones para ambos lados, pero las mejores fueron para el Matador de Tablada, a los 13 gran pase en cortada de Gaitán para Nico González que enfrenta al arquero Scurnik que le tapa el remate al gol.
A los 28 un rechazo de Rodríguez en la mitad del campo le cae a un Antúnez muy sólo cerca del área, inteligente abre hacia la punta derecha para el veloz Martínez, centro atrás y Olivera a la carrera pone el 1-0 para el local.
A los 30 hay un detalle que merece un comentario, de una pelota peleada con fuerza en el medio campo hay un leve conato de empujones entre varios jugadores, el árbitro se acerca y Saucedo a un metro del mismo le pega un violento golpe-empujón a Sarandeses y Fenando Cruz no le sacó la roja simplemente porque no quiso, arregló todo con una amarilla. Si bien es loable el compromiso que los jugadores muestran con el equipo no puede ser que tan fácilmente se les salga la cadena, ocurrió con Di Vanni que le costó 3 fechas de suspensión, hoy se salvó Saucedo de casualidad y no terminaría la cosa allí, pero sigamos con el orden cronológico de los hechos.
A los 35, contra ataque rosarino, gran pase de tres dedos de Saucedo al pique de González que gana bien en velocidad, saca el tiro cruzado pero Scurnik se estira y le tapa el remate, tiene el arco cerrado Nico pero va a todas y además juega bien cuando el Charrúa logra llegar tocando.
A los 40 y 41 minutos San Matías nos salva dos veces seguidas con sus espectaculares intervenciones. Finaliza el primer tiempo que pudo haber empatado Central Córdoba y también aumentado Lamadrid la diferencia a su favor.
Ni bien empieza el segundo tiempo a los 3 minutos de un córner a favor del CC llega la impecable ejecución desde la derecha por Gaitán y Osella les gana a todos para empatar con un golazo de cabeza. Parecía que la historia cambiaría a favor de los visitantes que tuvieron 15 minutos de dominio casi total gracias al buen manejo del tridente Sarco Carrera Gaitán. Pero a los 14 minutos de un córner luego de una contra aislada llega el cabezazo en soledad de Herrera para poner el 2-1 para Lama, inentendible que con tanta gente alta le cabeceen de un córner con tamaña facilidad. A los 16 tiro libre para Córdoba, un poco lejos del área en línea recta al punto penal, la pincha magistralmente Gaitán y Bogino toca ante la salida de Scurnik que con un manotazo salvador evita la caída de su valla.
Al minuto 18 Rossi mueve los hilos y de forma inexplicable desarma el medio campo sacando a Sarco y Gaitán para el ingreso de Ferrero y Ríos, lo del delantero puede ser más comprensible para acompañar a González, lo del marcador de punta izquierda al medio campo no resiste análisis alguno. Para empeorar todo a los 23 minutos un planchazo alevoso Gómez contra Herrera y nueva expulsión innecesaria de este muchacho que va a tener que replantearse muchas cosas, no puede ser que lo expulsen tan seguido y siempre por situaciones totalmente evitables, tiene que serenarse y comprender que es un jugador de futbol profesional y no se le paga para que haga estas cosas. De aquí al final Central Córdoba ya no fue el mismo, perdió toque, circulación y profundidad, sólo quedaba el amor propio de los jugadores que sigue intacto y que van a buscar el empate, pero deja cada vez más espacio atrás en un terrero reducido en dónde con facilidad se llega en velocidad al área rival. Así enhebra a los 41 una buena jugada Lamadrid que culmina en un remate frontal que saca magistralmente Giroldi pero el rebote le queda a Olivera que cierra el 3-1 final.
En Central Córdoba hace falta tomar decisiones, hacer cambios, y no de jugadores, me van a contestar que este es un proyecto a 2 años, pero ya pasaron 18 meses, tal vez no entendí y sea un proyecto a 20 años o más.
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