Foto Gentileza Charrúa Soy
Domingo de Pascua de Resurrección en el Gabino Sosa de Rosario y dos equipos que necesitaban su propia resurrección, venían de sendas derrotas que los complicaban en este durísimo torneo de la Primera C.
Tanto Central Córdoba cómo Berazategui dieron muestras de que la intención era no guardarse nada y a los 2 de juego teníamos una llegada peligrosa de cada lado, Bera al minuto Montero gana en velocidad por izquierda de su ataque toca al medio y Killer corta justo cuando ingresaban dos delanteros refregándose las manos y 40 segundos después se desprende Kaial y ensaya un disparo que se va cerca del poste derecho de quien sería la gran figura del partido, el arquero Leguizamón.
Luego de 15 minutos en que el balón no tenía dueño en el medio campo parece que Bera gana esa zona, a los 17 minutos se da una buena sucesión de pases del visitante y Martinangeli pisando el área ensaya un hermoso disparo al ángulo superior derecho que tenía destino de golazo de no ser por el vuelo espectacular de San Matías que logra sacarla al córner.
A los 19 Buruchaga escapa por izquierda envía centro que cae en el vértice derecho del área chica y el inoxidable Franco Neill se tira de cabeza y como en su época en el Lobo Platense y el Canalla Rosarino le cambia el palo al arquero y pone el 1-0 para Bera con un verdadero golazo.
Se venía la más oscura noche para el cuadro rosarino, pero emerge lo mejor de este equipo, su compromiso, su entrega, parece un conjunto sabedor que tiene que vivir remando contra la corriente y no se achica. Así entre los 25 del primer tiempo hasta los 20 del segundo fue un tornado desatado contra el arco de Berazategui, a veces tocando en corto, a veces con pases largos, a veces llegando en bloque, a veces de contra pero siempre daba la sensación que cada avance terminaría en gol.
28 minutos, de un córner conseguido y ejecutado por Saucedo, peina Osella en el primer palo y González no le puede pegar de lleno sólo frente a Leguizamón. 30 minutos tiro libre a media distancia que ejecuta muy bien Sarco con violento tiro que se metía junto a la base del palo derecho pero Leguizamón se estira cuan largo es y logra salvar. 32 minutos a pura gambeta ingresa al área por izquierda Gómez, lo rodean varios jugadores de Bera, pero engancha, pelea, rebota, consigue, amaga y en la última cuando estaba por enfrentar al arquero lo traban de atrás, penal indiscutible que el gran capitán Paulo Killer cambia con categoría en gol y es un empate más que justo.
El Charrúa no baja la intensidad, siente que puede ganar y va y va. A los 35 sale desde el fondo en velocidad Kaial, toca bien para Gómez que acelera por izquierda, llega al fondo envía el centro atrás, Gaitán a la carrera cabecea hacia el palo izquierdo, es gol, para todos… para todos menos para Leguizamón que vuela con gran espectacularidad y salva de un manotazo lo que sería la mejor de las atajadas del partido de este experimentado y excelente arquero que no es la primera vez que se luce en el Gabino Sosa.
37 minutos pared en velocidad entre Gómez y un proyectado Saucedo, centro rasante que impacta Gaitán y cuando Leguizamón no llegaba la pelota se va lamiendo el palo. 40 minutos roba Sarco en el medio y parte en velocidad, cuando le sale Zárate toca justo para González, enfrenta al arquero que se arroja a sus pies, Nico se la pica y Leguizamón adivina y levanta justo su brazo derecho evitando el gol. Y estoy marcando tan sólo las que parecían gol, pero hubo varias más no tan evidentes. Por el lado de Berazategui sólo podemos contar una excelente habilitación de Pombo para Montero y su tiro cruzado que se va cerca.
Termina el primer tiempo y el resultado es muy egoísta por lo hecho por el equipo rosarino, mientras la visita respira aliviado con la terminación. Pero en el segundo tiempo la tesitura no cambia y cada vez que el CC cruza el medio campo se palpita el gol. Berazategui quiere ganar, no busca refugiarse atrás, quiere volver a dominar el balón y para eso para a la defensa bien adelantada pero en línea, algo que parece haber sido advertido por Rossi o por los propios jugadores locales, ya que implementan la mejor fórmula para enfrentar esa postura, llegar con paredes o toques para el adelantamiento por sorpresa de los medios y de esa manera la lluvia de situaciones de gol no amengua. En este lapso tiene gran importancia el juego del Tanque González no como ariete sino aguantando la pelota y tocando profundo para los que llegaban, así son varios los pases que logra poner dejando en soledad a sus compañeros contra un Leguizamón que parecía ser invulnerable.
Para mal del Charrúa cuando el arquero visitante no llegaba la suerte lo acompañaba, la peor de todas para las intenciones de CC fue cuando luego de una buena sucesión de toques abanicando la pelota de derecha a izquierda, juegan por esa punta una pared Gómez y Gaitán, el indescifrable Gómez engancha y cuanto le sale Leguizamón toca con categoría hacia el palo izquierdo, es gol, no… pega en el palo pero no sale hacia afuera del área, entonces es palo y gol… no, cruza en paralelo a medio metro de la línea de gol todo el arco y Gaitán que llega mal parado no la puede empujar adentro y se le va junto al palo derecho de un Leguizamón que sólo podía mirar.
Hasta los 20 o 25 minutos la cosa seguía igual, con la defensa charrúa frenando todo intento de Bera y Leguizamón luciéndose, luego el intenso calor y pese a que ambos hicieron todos los cambios el partido cayó en una meseta y se enredó en el medio. A los 45 llega una jugada que pudo cerrar el partido con una injusticia del tamaño del Himalaya, se produce una de las pocas contras del visitante, se escapa Flores por derecha a toda velocidad, entra al área y engancha hacia el medio, Bogino le cruza la pierna y es penal, vi todas las repeticiones y no tengo dudas era penal, porque el gran marcador central charrúa no sólo le cruza la pierna sino que se la deja para trabar, pero Pafundi comete su único error importante y no cobra nada para suerte del Charrúa y desgracia del Naranja.
El empate lo sostiene a Berazategui en la punta, pero se le arrima un pelotón voraz. Central Córdoba queda numeralmente en posición expectante, pero ya superado por demasiados equipos. La próxima fecha el Matador de Tablada va al difícil reducto de Villa Devoto a verse las caras con un Lamadrid que viene agrandado porque hoy ganó de visitante dando vuelta un partido contra nada menos que Deportivo Italiano.
Más allá de gustarme o no algunas decisiones de Rossi, la de Osella de 4 por ejemplo, hay que reconocer que hoy tan sólo la mala suerte le privó de disfrutar de un triunfo, ahora sólo queda entender que cada partido es una final y que hay que buscar sumar de a tres en todas las canchas, de nada sirve ir a especular como la fecha anterior y terminar perdiendo igual. Con este desempeño ante el gran candidato a ganar el torneo los jugadores rosarinos demostraron estar al nivel de esa obligación, esperemos que Rossi también se convenza.
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